Nació el 1 de marzo de 1834 en Santa Cruz de las Ermitas, Ourense, y fue bautizado de socorro por su padre Manuel Rodríguez, lo que indica que se temió por su vida al nacer. Cuando el 6 de marzo el párroco pudo por fin administrarle las sagradas ceremonias, su padrino, Manuel de la Fuente, le dio por abogado al Ángel de la Guarda.
Fue labrador hasta que en 1854, con 20 años, fue quinto por su pueblo para el reemplazo de ese año, entrando en la caja de Orense el 31 de agosto de 1854. Fue entonces destinado al regimiento de infantería nº 39 de Cantabria para, posteriormente, el 1 de septiembre de 1855, con 21 años, pasar a la 1ª compañía de infantería del 9º tercio la Guardia Civil en Badajoz. La Guardia Civil había sido creada en 1844, tan solo 11 años antes. En este cuerpo estuvo hasta 1883.
En su hoja de servicios de la Guardia Civil, se le describe, en el momento de unirse al cuerpo, como un joven de 1,65 m, de ojos y pelo negros, moreno de tez, nariz regular y con poca barba. Su estatura incluso superaba la media de los quintos de la época. Cabe citar al respecto el artículo de J.M. Martínez-Carrión, "La talla de los europeos, 1700-2000", donde se explica que "los españoles nacidos en el quinquenio 1841-45 tenían una talla promedio algo superior a 162cm, mientras que los holandeses alcanzaron un promedio de 164cm. Las bajas estaturas medias de ambas poblaciones revelan unos resultados muy pobres de los niveles de vida y la salud".
Sus primeros destinos fueron la ciudad de Badajoz y el pueblo de Garrovillas en Cáceres, donde en 1860 contribuyó a la captura de tres delincuentes. En 1862, con motivo de la reorganización del cuerpo, pasó a formar parte de la 4ª compañía del 11ª tercio de la nueva organización, y en abril de ese año fue trasladado al puesto o destacamento de Villanueva de la Vera, Cáceres. Allí, ell 23 de enero de 1864, con casi 30 años, fue autorizado a contraer matrimonio con Gregoria Sánchez Serrano, una joven del lugar de 25 años. Ese mismo año fue trasladado al puesto de Casatejada, Cáceres, y en 1865 al de Cabezuela, en la misma provincia, donde terminó el año.
En 1868, cuando nació su hija Carlota en Cabezuela, Ángel tenía 34 años y era Guardia Civil de 2ª clase. En junio de 1869 prestó juramento a la nueva Constitución y en julio se le ordenó reconcentrase en Plasencia con motivo de las partidas Carlistas que se habían levantado en la Provincia de Ciudad Real. Con ese cometido, marchó el 5 de agosto en columna de operaciones hasta que volvió en septiembre al destacamento de Cabezuela. Por Resolución de S.A. el Regente del Reino, se le concedió la Cruz Roja del Mérito Militar en recompensa por los servicios prestados en la persecución de las partidas Carlistas en La Mancha.
En febrero de 1871 prestó juramento de fidelidad al Rey D. Amadeo y el 13 de octubre fue ascendido a Guardia Civil de 1ª clase. Ese año también fue trasladado al destacamento de la localidad de Zarza la Mayor, Cáceres.
En mayo de 1873 se le ordenó de nuevo concentrarse en Plasencia para salir, en columna de operaciones, a combatir una facción Carlista capitaneada por el denominado Brigadier Infante en las inmediaciones de Villar del Pedroso, Cáceres. Permaneció en operaciones hasta abril de 1874, cuando recibió la orden de marchar a la ciudad de Palencia para incorporarse al Ejercito del Norte. Ese mismo mes de abril fue ascendido a Cabo Segundo. También en abril de 1874, tras incorporarse al Ejercito del Norte, es enviado a Reinosa, Cantabria, para realizar el servicio de vigilancia de la vía férrea. Allí permanecería hasta julio, cuando su compañía regresa a Plasencia.
En febrero de 1875 fue envíado al destacamento de Cabezuela, y a finales de ese año, el 23 de diciembre, ascendido a Cabo Primero. Para entonces, Ángel tenía 41 años y su hija Carlota era una niña de 7 años.
En 1876 le fue concedida la Cruz de Plata del Mérito Militar pensionada con 2,5 pesetas al mes. El 6 y el 9 de junio, y a las órdenes del Teniente Coronel D. José Pérez Colomer, sostuvo fuego en las inmediaciones de Soncillo (Santander) con fuerzas Carlistas situadas en los cerros inmediatos. Ese mismo año, por Ley votada en Cortes y sancionada por S.M. el Rey el 3 de julio, fue declarado “benemérito de la Patria” por haber contribuido a vencer la última insurrección Carlista. De vuelta a Cáceres, se le asigna el mando del puesto de Cabezuela donde termina el año.
En enero de 1878 se le concedió, por Real Decreto de Gracias, un año de abono como premio de constancia y poder optar en su día a la Cruz de San Hermenegildo. El 9 de agosto de 1878, salió en columna de operaciones por la provincia de Cáceres con motivo de la partida Republicana levantada en Navalmoral de la Mata al mando del cabecilla Villarino. Tuvo un encuentro con éstos en Malpartida de Plasencia, causándoles algunas pérdidas. Los insurrectos se dieron a la fuga. Ese mismo año fue destinado al puesto de Hervás, Cáceres, con el mando de la plaza.
En 1879 se le instruyó expediente por desacato a la autoridad local. Como resultado, la Audiencia territorial le impuso una pena de un mes y un día de arresto y, además, se asentó una nota negativa en su expediente. Cumplida la pena se le destino al mando del puesto de Villanueva de la Vera.
El 4 de junio de 1880, con 46 años, fue nombrado Sargento segundo por antigüedad. El 1 de julio se le dio el mando del puesto de Haza, Cáceres, hasta finales de agosto, cuando con motivo de su ascenso causó baja en la Comandancia de Cáceres para pasar a la de Badajoz. A esta última se incorporó el 1 de septiembre y fue destinado a mandar el puesto de Higuera de Vargas, Badajoz. Allí sólo estaría hasta finales de año, pues el 1 de diciembre causó de nuevo alta en la 5ª Compañía de la Comandancia de Cáceres y se le destinó a mandar el destacamento de Jarandilla, Cáceres.
En 1881 se le destinó al mando del puesto de Mirabel en Cáceres y se acordó invalidar de su expediente la nota negativa del año 1879, atendiendo a la buena conducta observada desde entonces.
El 21 de diciembre de 1883, con 49 años y habiendo cumplido 28 de servicio en el Cuerpo, solicitó su retiro, el cual deseaba disfrutar en el pueblo de Villanueva de la Vera, provincia de Cáceres, distrito y Capitanía General de Extremadura. Se le concedió y se acordó pagarle un premio de 250 pesetas y asignarle la pensión de 45 pesetas mensuales que le correspondía conforme a sus años de servicio. El 27 de diciembre de 1883 se realizó una última anotación en su hoja de servicio: la de su baja definitiva de la Comandancia de la Guardia Civil en Cáceres.
El Sargento Ángel Rodríguez fue el abuelo materno de mi abuelo, Luciano Valverde Rodríguez.
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