Un caballero aragonés de nombre Pierres Sanz, cuyo escudero portaba un estandarte con las armas de su casa, un ala de gules sobre campo de plata, cabalga al lado del Rey Jaime I de Aragón
el Conquistador en su entrada a la ciudad de Xàtiva el día de Pentecostés del año del Señor de 1244. Tras un asedio de varios meses, la ciudad había sido finalmente tomada a los musulmanes. También acompañaban al Rey otros caballeros venidos de Aragón e incluso de más allá del mar, como es el caso de Bernard de Ferrers, hijo segundo de William, 4º conde de Derby y de su mujer Agnes de Kevelioc, hija de Hugo, 5º conde de Chester. Bernard, como segundón de una noble familia inglesa y deseoso de aventuras, había venido a buscar fortuna a estos reinos, pues había oído de sus luchas contra el Infiel. No sólo obtuvo la fama y la riqueza deseada, sino que mientras la línea de los condes de Derby se extinguía en Inglaterra, los descendientes de Bernard, al igual que los de Pierres Sanz y los de otros caballeros del rey Don Jaime, se multiplicarían en estas tierras, dando lugar a las familias que en el Reino de Valencia se llamarían
de los c
aballeros de la Conquista.
|
Escudo de armas de los Sanz |
Los Sanz se encontraban entre los jueces repartidores de las tierras conquistadas a los moros entre los cristianos viejos que acompañaban al rey en su empresa, razón por la cual quedaron particularmente "bien heredados" en Xátiva, acumulando con el tiempo los señoríos de Señera, Alboy, Benemejís y Genovés. En las décadas siguientes se consolidaría su influencia y poder en la ciudad hasta el punto de que, hacia finales del siglo, Ramón, nieto de Pierres Sanz, desposó a Blanca de Aragón, nieta del rey don Jaime, con lo cual -según dice la leyenda- se le permitió incorporar a sus armas las barras de la corona de Aragón.
|
Alfonso V el Magnánimo, rey de Aragón, por Pisanello |
Dos siglos después, el 23 de febrero de 1443, un descendiente de otro
caballero de la Conquista, Jaume de Malferit, natural de Xàtiva, cabalgaría junto a otro rey de Aragón, Alfonso V
el Magnánimo, en su entrada triunfal en la recién conquistada ciudad de Nápoles. Acompañaba también al rey su capitán, Lluis Despuig, hijo de Bernat Despuig, que había sido en 1390 embajador del Rey Martín
el Humano, tío abuelo del rey Alfonso. El momento quedaría reflejado en los bajorrelieves del arco triunfal de entrada del Castelnovo de Napóles. El rey, agradecido, dio a Jaume de Malferit el señorío de Aielo, en el partido de Xátiva, al que Jaume llevó muchas de las innovaciones culturales y tecnológicas de la Italia del Renacimiento.
|
Bajorrelieve de la Puerta de Aragón en el Castelnovo de Nápoles, fotografía de Carlo Raso |