Con motivo de la publicación de mi artículo La ilustre Casa de los caballeros de Ferrer en octubre de 2019 (consultar aquí), hubo reacciones airadas por algunos pancatalanistas ante mi afirmación de que el linaje de los Ferrer en Valencia, del cual desciendo, tuvo su origen en el caballero anglonormando Bernard de Ferrers y no en repobladores catalanes. Para aclarar mejor este asunto, añadí a mi artículo un anexo que reproduzco ahora en este post por si puede ser de interés.
Sobre el origen del apellido Ferrer
Se trata de un apellido de gran difusión en España, aunque según los datos del INE muestra su mayor concentración en toda la comunidad valenciana, en dos de las tres provincias de la comunidad de Aragón y en la provincia de Gerona en Cataluña. También tiene una penetración importante en las otras tres provincias catalanas, en la provincia de Zaragoza y en Cuenca.Distribución actual del apellido Ferrer en España según el INE |
Por lo que sabemos de las pautas que históricamente han seguido la formación de apellidos en países de habla romance, el apellido Ferrer pudo haber tenido su origen principalmente en un oficio (ferrero en aragonés, ferrer en valenciano y catalán), aunque en algunos casos también puede haber evolucionado de un apellido de similar fonología y ortografía como Ferro -originado en el nombre del metal (ferro en italiano y valenciano, fer en catalán)- o Ferreres/Ferrier/Ferrieres, alusivos a un lugar donde se encuentran minas o explotaciones de hierro o se trabaja el metal (ferrería en castellano, ferreria en valenciano y catalán, ferrière en francés). Dada la relativamente alta ocurrencia de estos posibles orígenes en un determinado ámbito geográfico, cabe esperar que las personas que han portado y portan el apellido Ferrer a menudo procedan de linajes no emparentados.
Un estudio de 2015 realizado por un equipo de especialistas en genética poblacional de la Universidad Pompeu Fabra, publicado en la revista European Journal of Human Genetics, avala lo anterior. Para dicho estudio, titulado "Diversidad del cromosoma Y en muestras de apellidos catalanes", se tomaron muestras de ADN de aproximadamente 2.500 individuos portadores de 50 apellidos considerados catalanes en el territorio comprendido por las actuales comunidades autónomas de Valencia, Cataluña y Baleares.
El apellido Ferrer resultó ser el más representado en la muestra, con un total de 90 individuos. Sin embargo, muy pocos de éstos mostraron pertenecer a un linaje patrilineal común, el cual genéticamente viene a estar caracterizado por el hecho de que todos sus miembros comparten un mismo haplogrupo del cromosoma Y, que es el que se transmite prácticamente intacto de padres a hijos varones. De hecho, en toda la extensa área geográfica cubierta por el estudio, no se encontraron más de tres individuos de apellido Ferrer que compartiesen un origen patrilineal común, como se muestra en la siguiente tabla al considerar el parámetro FMDC (frequency of major descent clusters, donde elcluster es arbitrariamente definido por los autores como aquel con al menos cuatro miembros que comparten haplogrupo Y). Dicho parámetro, como se ve, es cero en el caso del apellido Ferrer.
Los autores destacan que este resultado se correlaciona con la mayor frecuencia del apellido, la cual viene a su vez asociada con el mayor número de "fundadores". También señalan que cabe esperar un mayor número de "fundadores" en el caso de apellidos patronímicos o basados en una profesión u oficio. Lo cual es obvio.
Resultados por apellidos (Solé-Morata et al, "Y-chromosome diversity in Catalan surname samples", 2015) |
En el caso que nos ocupa, el del apellido Ferrer de los descendientes de los llamados "Caballeros de la Conquista" del reino de Valencia, las fuentes historiográficas son coherentes con las conclusiones del estudio genético comentado al indicar que, en este caso, tenemos un "fundador" de linaje enteramente singular; tanto, que hay que buscarlo fuera de la península ibérica, concretamente en la Inglaterra del período normando e incluso, con anterioridad, en la propia Normandía, en la localidad de Ferrières-Saint-Hilaire.
Antes de repasar estas fuentes, conviene recordar que quien espere un acta notarial o incluso una partida de bautismo o de matrimonio que certifique que el cabeza genealógico de estos Ferrer -un caballero del rey Jaime I que vivió hacia 1244-, nació en Inglaterra, en Cataluña o en Aragón no tiene una idea correcta acerca de lo que podemos esperar de las fuentes historiográficas de ese período.
Las mejores fuentes de las que disponemos para dilucidar la cuestión del origen de los caballeros de la Conquista de Valencia son muy posteriores, pues como es sabido, los libros de repartimiento de Xátiva y Valencia, que son de esa época, rara vez indicaban el lugar de procedencia de los beneficiarios del reparto. Para el linaje Ferrer de Xàtiva y Valencia ya hemos citado nuestras fuentes en el artículo principal: la crónica Montesa Ilustrada (1669) de Hipólito Samper, que se apoya en este punto en la obra Theatrum Genealogicum de Hieronymi Henninges (1598). Descartamos otras fuentes, a pesar de ser coincidentes con las anteriores en cuanto al origen inglés de los Ferrer de Xàtiva, por no gozar de la misma credibilidad entre los historiadores, como es el caso de las Trovas de Mossen Jaume Febrer.
Por lo demás, la versión de Samper y de Henninges no sólo es coherente con el estudio del ADN de los Ferrer del área catalano-valenciano hablante, sino que no contradice la restante evidencia historiográfica circunstancial que conocemos. En primer lugar, teniendo en cuenta que el rey Jaime I logró convertir la reconquista de Valencia y Xàtiva en una empresa internacional, al persuadir al papa Gregorio IX a que la declarase cruzada en 1237, no sólo es perfectamente posible, sino casi seguro que participaran caballeros procedentes de otros reinos europeos. No hay por supuesto un censo de esos caballeros con indicación de su procedencia, pero el historiador Ramón Ferrer Navarro, en su obra Conquista y Repoblación del Reino de Valencia (Valencia, 1999), estimó por las señas toponímicas de los apellidos de los registros del Libro de repartimiento de Valencia (el de Xàtiva no se conserva), que entre los primeros repobladores hubo 70 ultrapirenáicos (posiblemente franceses), 10 italianos y 8 húngaros. El análisis del profesor Ferrer deja, sin embargo, fuera a la mitad de estos repobladores (2.657 individuos) cuyo origen no pudo establecerse por el método toponímico.
El segundo dato circunstancial al que nos referiremos es al hecho de que la versión que da Samper en Montesa Ilustrada, acerca del origen del caballero Bernardo Ferrer (o de Ferre, como aparecía en el Libro de repartimiento de Xàtiva) no contradice lo que sabemos a partir de otras fuentes acerca del linaje inglés que le atribuye. En efecto, está documentado que el Guilelmus de Ferrariis, comes Darbiae, mencionado por Samper y Henninges no era otro que William de Ferrers, cuarto Earl of Derby (pronunciado Darbi). El linaje tuvo su origen en Henry de Ferrers, un caballero normando que acompañó a Inglaterra a Guillermo el Conquistador y recibió -o adquirió- tierras allí entre 1066 y 1071 (ver arriba referencia [6]).
El apellido es claramente un toponímico anglizado que hace referencia a la localidad normanda de Ferrières-St Hilaire, de donde procedía Henry y donde dejó heredado a su hijo primogénito Guillaume. Según François de Beaurepaire en Les Noms des communes et anciennes paroisses de l'Eure (Paris, 1981), se trataría de "un lugar donde hay minas o forjas de hierro o bien una instalación para extraer, fundir y forjar hierro, perteneciente a un tipo de localidad abundante en Francia y Normandía".
A Henry le sucedió en las posesiones inglesas de la familia su tercer hijo, Robert de Ferrers, al que el rey Esteban hizo primer conde de Derby (ver arriba referencia [7]). Le sucedió su hijo Robert, segundo conde (muerto en 1159), cuyo nieto, William de Ferrers, cuarto conde, vivió entre 1168 y 1247. Es a éste a quien atribuye Samper la paternidad de Bernardo de Ferre, quien, como hemos dicho, acompañó a Jaime I en la toma de Xàtiva en 1244.
Capítulo dedicado a los condes de Derby en la obra de Henninges (1598) |
Por lo demás, la versión de Samper y de Henninges no sólo es coherente con el estudio del ADN de los Ferrer del área catalano-valenciano hablante, sino que no contradice la restante evidencia historiográfica circunstancial que conocemos. En primer lugar, teniendo en cuenta que el rey Jaime I logró convertir la reconquista de Valencia y Xàtiva en una empresa internacional, al persuadir al papa Gregorio IX a que la declarase cruzada en 1237, no sólo es perfectamente posible, sino casi seguro que participaran caballeros procedentes de otros reinos europeos. No hay por supuesto un censo de esos caballeros con indicación de su procedencia, pero el historiador Ramón Ferrer Navarro, en su obra Conquista y Repoblación del Reino de Valencia (Valencia, 1999), estimó por las señas toponímicas de los apellidos de los registros del Libro de repartimiento de Valencia (el de Xàtiva no se conserva), que entre los primeros repobladores hubo 70 ultrapirenáicos (posiblemente franceses), 10 italianos y 8 húngaros. El análisis del profesor Ferrer deja, sin embargo, fuera a la mitad de estos repobladores (2.657 individuos) cuyo origen no pudo establecerse por el método toponímico.
El segundo dato circunstancial al que nos referiremos es al hecho de que la versión que da Samper en Montesa Ilustrada, acerca del origen del caballero Bernardo Ferrer (o de Ferre, como aparecía en el Libro de repartimiento de Xàtiva) no contradice lo que sabemos a partir de otras fuentes acerca del linaje inglés que le atribuye. En efecto, está documentado que el Guilelmus de Ferrariis, comes Darbiae, mencionado por Samper y Henninges no era otro que William de Ferrers, cuarto Earl of Derby (pronunciado Darbi). El linaje tuvo su origen en Henry de Ferrers, un caballero normando que acompañó a Inglaterra a Guillermo el Conquistador y recibió -o adquirió- tierras allí entre 1066 y 1071 (ver arriba referencia [6]).
El apellido es claramente un toponímico anglizado que hace referencia a la localidad normanda de Ferrières-St Hilaire, de donde procedía Henry y donde dejó heredado a su hijo primogénito Guillaume. Según François de Beaurepaire en Les Noms des communes et anciennes paroisses de l'Eure (Paris, 1981), se trataría de "un lugar donde hay minas o forjas de hierro o bien una instalación para extraer, fundir y forjar hierro, perteneciente a un tipo de localidad abundante en Francia y Normandía".
A Henry le sucedió en las posesiones inglesas de la familia su tercer hijo, Robert de Ferrers, al que el rey Esteban hizo primer conde de Derby (ver arriba referencia [7]). Le sucedió su hijo Robert, segundo conde (muerto en 1159), cuyo nieto, William de Ferrers, cuarto conde, vivió entre 1168 y 1247. Es a éste a quien atribuye Samper la paternidad de Bernardo de Ferre, quien, como hemos dicho, acompañó a Jaime I en la toma de Xàtiva en 1244.
Sepultura de Robert II de Ferrers, Conde de Derby, y de su esposa Maud Peverel |