La muerte de Virgilio parte II: un responso
Y hemos
llegado a la segunda parte, "Fuego-el descenso", y llegamos
viendo aumentada la dificultad del texto, con frases sinuosas, que se prolongan
durante páginas y páginas, interminables páginas y páginas en las que a veces
la prosa queda detenida por vuelos de poesía y filosofía que dejan al lector
perplejo e inseguro de su significado, pero con el temor o quizás el miedo de
que se esté diciendo algo importante, pero que realmente no lo entiendes, pero
que podrías entenderlo si hubieras leído una biblioteca de filosofía alemana y
griega, pero, por supuesto, estabas demasiado ocupado criando niños o lavando
platos o mirando el baloncesto de la NCAA, así que realmente no lo entiendes e
incluso te sientes un poco culpable y este tipo de sentimiento de culpa hace
que te resistas a criticarlo porque tantos grandes críticos han encontrado la
novela de Broch digna de elogio, pero también lo han hecho de la forma más
discursiva, discursiva porque sospechas que no tuvieron el valor de explicar la
maldita cosa y por eso dejan sus elogios como los apuntes de Fermat, afirmando
que lo que era casi imposible era en realidad sencillo, tan sencillo que no
necesitaba prueba, aparentemente imposible pero en realidad tan sencillo que su
aparente grandeza podía anotarse en el equivalente de los marginalia del
intelectual, de modo que a las generaciones posteriores se las deje reflexionando
sobre lo que podían estar pasando por alto, sobre cómo podían haber pasado por
alto lo obvio, sin siquiera contemplar la posibilidad de que quizás a Fermat también
le ocurriera lo mismo y que a todos estos titanes-titánicos del arte-artístico
quizás también les ocurriera y que un estilo epigramático es sólo una tapadera
para una falta de coraje, con lo que al final te quedas sabiendo que los Gasses
y Steiners y Blanchots y Arendts, los Gasses y Steiners y Blanchots y Arendts que
aman tanto el libro, que aman tanto el libro pero están ahí realmente como
testigos autoproyectados y jueces de tu propia obtusidad, de tu propia
incapacidad para lograr eclipsar la esfera de tu imagen-imaginada y la esfera
de tu realidad-real, siendo la futilidad de todo ello suficiente como para
hacerte reír a carcajadas, reír a carcajadas de verdad, reír a carcajadas salvo
que Broch piensa que la risa es obra del Diablo, o lo sería si hubiera un
Diablo, pero no lo hay, así que la risa se convierte en una especie de portal a
un infierno psicológico, por eso la risa de esos tres borrachos, los tres
borrachos que gritan blasfemias sobre César Augusto, juegan un papel tan
importante en la Parte II, juegan un papel importante en la fuga psíquica de
los últimos días de Virgilio, juegan un papel importante aunque sólo sea porque
no hay otra acción en toda la larga sección, ya que comienza con Virgilio
tumbado en la cama contemplando sus rodillas dobladas y pasa a Virgilio en la ventana,
desde la que ve a esos tres borrachos, sus risas prácticamente una afrenta a la
seriedad teutónica de la novela, pero convertidas en algo serio en la forma que
sólo un escritor como Broch puede hacerlo; la risa no es una de esas falsas-infinidades
ni es el infinito, un infinito que en parte se manifiesta por la belleza, sino
que la risa, la risa de los borrachos, es como un "lenguaje que ya no es
un puente entre las personas, es como una risa extrahumana, divirtiéndose en
todo su rango de desprecio con el mundanal-mundo fáctico como tal, que al
llegar más allá del reino de todo lo humano ya no se burla de la humanidad,
sino que simplemente la destruye exponiendo la naturaleza del mundo;" y si
no sabes lo que esto significa, yo tampoco, pero es exactamente lo que
Broch/Virgilio dice/piensa y, por lo tanto, debe ser importante de un modo u
otro, y creo que es importante en el sentido de que la risa de los tres
borrachos marca un punto de inflexión de algún tipo, un punto de inflexión
relacionado con el incumplimiento de una "promesa" por parte de los
borrachos y también de Virgilio, una promesa cuyo beneficiario nunca se
especifica, cuyos términos nunca se delinean, pero que lleva al poeta a la
conclusión de que el único deber en esta tierra es ayudar y también que la
poesía, su propio arte, no es de mucha ayuda, y como resultado Virgilio el
poeta es tan perjuro (¿de qué? ) como los borrachos - ¿es esto de ayuda en su capacidad
de ayudar? ¿no? - y te recuerdo que el concepto de perjurio, como el de risa,
¿he mencionado que nadie se ríe en sueños (o eso dice Broch), pero si no hay
risas en sueños entonces hay risas en la vida y no las quieres porque son los
estruendos del vacío (o eso dice Broch) y este estruendo, aunque largamente
sentido, solo se aclara en la página 225 [edición de Alianza], momento
en el que Virgilio toma la decisión de quemar la Eneida, de destruirla,
de inmolarla, y todas sus otras obras también, aunque estas tal vez ya han sido
publicadas, y al hacerlo reflexiona sobre Eneas matando a Turno y por mi vida que desearía poder
recordar completamente ese episodio de la verdadera epopeya, no de esta
moderna, pero creo que Eneas estuvo a punto de no matar a Turno, pero luego
decide que debe hacerlo y está en plena furia cuando lo hace y esto está de
alguna manera conectado con el mito fundador de Roma y mientras Eneas mató para
fundar un estado Virgilio matará su libro para fundar, ¿qué? ¿una religión de
algún tipo? bueno, Broch no lo dice, pero como Nicole ha señalado, hay mucho
misticismo cuasi-cristiano aquí y Broch se convirtió al catolicismo tarde en su
vida, por lo que está presente cierto proto-cristianismo, un proto-cristianismo
que puede parecer ridículo, pero que es después de todo lo que los Padres de la
Iglesia también vieron en Virgilio, y lo que tal vez los Padres de la Iglesia
decidieron castigar, es decir, las partes místicas, pero tal vez el misticismo
es necesario para rejuntar aquí y allá lo que es la tarea de Broch, y sólo entonces puede venir la
vuelta-a-casa, la vuelta-a-casa del tiempo y el espacio, la vuelta-a-casa del
aquí y del entonces, la vuelta-a-casa de las esferas de lo físico y de lo
espiritual, y y un montón de otras vueltas-a-casa que no entendí del todo,
excepto que la repetición de la palabra vuelta-a-casa tantas veces significa
que debe ser algo importante y tal vez ese algo sea la risa de nuevo, que se
mezcla con la armonía de la noche, se mezcla pero no es absorbida, se mezcla
sólo para mancharlo todo, mostrando que la belleza también contiene en sí misma
una mancha, y por eso la Eneida debe ser sacrificada, sacrificada con
toda pompa, ¡pero no! mejor sin pompa pero ahora mismo, y entonces Virgilio es
transportado a un mundo más allá de los hombres, más allá del lenguaje, un
segundo mundo, un segundo lenguaje, pre-creacional, pre-creación sin edad, pero
sólo lo hace después de que su criado le da vino, así que tal vez esté
borracho, porque imagina un salvador de algún tipo, pero esta vez uno que
redimirá al hombre y a Dios también, y este salvador vence al destino en la
forma del Santo Padre-Comando, revelándose como el tono-imagen del hecho
anunciador; "¡Abre los ojos al Amor!" y esto lleva a un ángel de
alguna especie a decir aparentemente: "Mala suerte", pero del modo en
el que el propio Heidegger habría dicho semejante lugar común y con el
significado de que el sacrificio del libro no servirá para nada, pues ahora
Virgilio está dentro de la creación que una vez fue y de nuevo es, y Virgilio
yace exhausto y esta parte termina y yo también estoy exhausto, y Nicole
probablemente esté enfadada porque me haya tomado tanto tiempo escribir este
post, pero si alguna vez tuve una excusa, su nombre es Broch, porque todo el
maldito texto está escrito como este post, y si has llegado hasta aquí,
entonces puede que estés listo para Broch, o para una copa, o tal vez desees en
secreto que Virgilio hubiera quemado la Eneida, porque si lo hubiera
hecho habríamos perdido no una epopeya, sino dos, y tal vez eso sea un
intercambio justo.
Traducción de Carlos Olivo Valverde de la entrada en inglés del siguiente enlace
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